El 4 de abril en China es un día para rendir tributo y recordar a los antepasados. Ayer jueves, los cementerios chinos vieron una afluencia masiva de personas buscando rememorar a sus familiares muertos. Frutas, pasteles, dinero, licor y cigarrillos fueron algunas de las muchas ofrendas que hijos, sobrinos y nietos llevaron en agradecimiento a las tumbas de sus antepasados. El festival de Qingming es quizás una de las ceremonias más antiguas de la sociedad china, al ser un ritual que conecta el linaje familiar con características propiamente agrarias.
El Qingming Jie (清明节), literalmente Festival de la Brillantez Pura, es uno de los tres días más importantes de la antigua tradición china donde los ancestros son el foco central de adoración. El culto a los antepasados es fundamental en la tradición espiritual china, pues la familia es considerada el eje de la sociedad. Este precepto, inculcado por Confucio, se denomina amor filial, y el Festival Qingming es una devota representación del respeto y amor por los antepasados.
El origen divino
Hace aproximadamente 2500 años, durante la dinastía Zhou, vivió un rey llamado Wen en la provincia de Shanxi. Antes de ser rey, Wen luchó contra sí mismo para convertirse en un justo y humilde gobernador, y Jie, su amigo y seguidor incondicional, lo ayudó en su empresa. Un día los dos compañeros se encontraban sin nada para comer, y Jie preparó una sopa que Wen disfrutó considerablemente. Lo que Wen no sabía era que Jie había cortado parte de su pantorrilla derecha con el fin de darle sabor a la sopa. De allí en adelante Wen no dudó jamás de la fidelidad que Jiu profería hacia él, y se juró a si mismo concederle grandes méritos.
Finalmente Wen se convirtió en rey, y Jiu fue llamado a su lado como primer ministro. Sin embargo Jiu no quería figurar de manera alguna en las cortes y élites gubernamentales, así que se fue a vivir al bosque como ermitaño. Sin saber qué hacer, el nuevo rey siguió el consejo de uno de sus generales. Incendió el bosque donde vivía Jiu, a la espera de que el fuego lo hiciera salir, pero esto no sucedió.
Se dice que por esta historia se dio inició a una festividad conocida como el Festival de la Comida Fría, pues tras haber quemado la montaña, y de paso a su amigo, el rey decretó un día al año para recordarlo, con la única condición de no cocinar ni comer alimentos calientes. Casi 1000 años después, periodo en el que la Dinastía Tang estaba en auge, se creó el Festival Qingming, con el fin de organizar un poco más el culto a los antepasados. El día escogido fue el número 104 después del solsticio de verano, pues este día es casi exactamente intermedio entre el Festival de Verano y el Festival de Mitad del Otoño, también días de culto.
El origen terrenal
El Festival de la Comida Fría y el Festival Qingming sólo tienen un día de separación (generalmente a principios de abril bajo el calendario gregoriano), por eso durante la Dinastía Tang se estableció un decreto en el que se unían las dos festividades, con la única condición de no cocinar, pero sí comer alimentos calientes.
Pero la fecha escogida no es casualidad. El mes de abril indica el arribo del calor, y con él la época de siembra. El Qingmin también simboliza el renacimiento de la naturaleza: árboles, flores plantas vuelven a nacer o renacer. Es la fecha de preparación para el nuevo año de siembra.
China era una sociedad tradicional y tipicamente agraria. Antes de plantar nuevas semillas es necesario agradecer y ofrecer cierto tipo de sacrificio a los antepasados. Desde esta perspectiva el homenaje a los ancestros se desarrolla como un contrato socio-económico: se ofrece sacrificio para obtener una buena cosecha, si la cosecha es mala habrá menos sacrificio en agradecimiento. De ahí la asociación entre tributo a los ancestros y los ciclos agrarios: el Festival de Qingmin marca la época de siembra; y el Festival de Mitad del Otoño, la cosecha.
El ritual
Tras el paso de los años (o los siglos) muchos chinos han migrado a las ciudades. Ahora la tradición, si bien no ha cambiado en su significado, ha desarrollado nuevos componentes. En Beijing, la gente lleva entre muchas cosas, frutas, pasteles, dulces, baijiu (licor chino) y cigarrillos.
También se quema dinero falso, pues se cree que los muertos necesitan dinero para vivir en su mundo. Si los familiares no van a las tumbas o no llevan dinero (de papel, especial para quemar en este día), su ancestro no tendrá cómo conseguir las cosas necesarias para subsistir, y por lo tanto no tendrá una buena vida en el más allá. Bajo esa misma filosofía, se queman también camisas, carros, casas, y hasta iPhones de papel.
Además de estas ofrendas, también se llevan palas y escobas a los cementerios. La primera para remover la maleza que suele salir en los bordes o encima de la tumba, y la segunda para limpiarla y quitar el polvo acumulado durante meses. De ahí que en occidente se conozca este festival como “día para barrer las tumbas”.
Anteriormente sólo hijos o nietos iban a los cementerios. Ahora, debido a que mucha gente no vive en el lugar donde su familia ha sido enterrada, también van primos y sobrinos. Sin embargo, "las mujeres no deben ir solas, y, por costumbre y tradición, es necesario que vayan acompañadas de su esposo o hermano. La realización del kou tou (un tipo de venia o reverencia) es esencial para demostrar respeto, y preferiblemente se hace en pareja (hombre – mujer), con el fin de representar amor y unidad filial", contó a China Files Liu Xiao, profesor de Historia de la Universidad de Renmin en Beijing.
El cementerio
Existen varios tipos de cementerios, especialmente en la China rural en el sur del país. “Pero hoy en día se han establecido dos particularmente. El primero es el cementerio familiar, donde sólo puede haber parejas u hombres mayores. El segundo es un cementerio específico para mujeres solteras y niños o niñas que murieron jóvenes. Anteriormente, cantantes, actores y actrices también eran enterrados allí, pero esta reglamentación ha cambiado”, comenta el profesor Liu.
El Cementerio Oficial de Babaoshan es el más famoso de Beijing, pues muchos cuadros del Partido han sido y continúan siendo enterrados allí. Solamente parejas que tienen el dinero suficiente pueden pagar el elevado precio de una tumba compartida, cuyo alquiler dura 30 años. La mayoría de tumbas son grandes y muchas tienen esculturas, además de un breve recuento de la vida del que allí yace. Su fama lo ha hecho un lugar turistíco, aunque no es tan tradicional como los cementerios rurales.
Desde que Mao Ze Dong comenzó a promover la cremación en la década de los cincuenta, es ilegal enterrar cuerpos en las ciudades. “Si una persona que trabaja para el gobierno no es incinerada, su familia no recibirá pensión, pues para recibir los pagos es necesario mostrar el documento que certifica su incineración”, aseguró el profesor.
Al noroeste del Cementerio Oficial se encuentra el Cementerio Civil de la zona. A diferencia del Oficial, sus tumbas son pequeñas y ocupan mucho menos espacio. Sin embargo, la decoración y la gran cantidad de ofrendas presentes en casi todas las tumbas, hacen de este cementerio un lugar más familiar. Muchos billetes de papel, cigarrillos y botellas de licor a medio acabar, dejan entrever gustos compartidos entre vivos y muertos. Este es un lugar privado, y muy pocos extranjeros pueden entrar.
Qingming Jie en el siglo XX
Durante la Revolución Cultural muchas actividades religiosas o espirituales fueron canceladas. Incluso muchos templos y cementerios fueron destruidos. "En esa época las familias casi no visitaban a sus ancestros en los cementerios, pues podían ser tachados de derechistas tradicionalistas", comenta el profesor.
Sin embargo, tras la muerte de Mao Ze Dong, Zhu De y Zhou Enlai en 1976, se creó un movimiento que buscaba honrar la memoria de los líderes fallecidos. El cinco de abril la reunión de un numeroso grupo de personas en la Plaza Tian´anmen marcó un hito para la China de los setentas, pues fue una prueba del aprecio y respeto del pueblo por los recién fallecidos, especialmente por el carismático Zhou Enlai. La “Banda de los cuatro”, seguidores cercanos de Mao Zedong, intentó prevenir estas manifestaciones con arrestos y detenciones, irritando al pueblo que comenzó a cuestionar la validez de sus métodos.
Dos años después los miembros de esta estrecha cúpula serían sentenciados a prisión, y si bien en un principio el movimiento fue tachado de contrarrevolucionario, años después sería asimilado como patriótico.
El Festival de Qingming también se celebra en Japón, Vietnam y las dos Coreas. De hecho en estas últimas todavía se celebra el Festival de la Comida Fría, un día antes al Festival de Qingming. En la mayor parte de China se celebra el Qingming, mientras que el Festival de la Comida Fría solamente se lleva a cabo en algunas partes de la provincia de Shanxi, lugar donde nació la leyenda.