Tao Liming, presidente del Banco de ahorros postales de China fue arrestado por crímenes económicos. Luego Yang Kun, vicepresidente del Banco de agricultura de China fue detenido por uso inapropiado del dinero. ¿La razón? Mucho poder y pocos controles afirman los expertos.
China parece estar de limpieza. O la menos así buscan mostrar cuando decenas de funcionarios están siendo detenidos, arrestados y culpados por casos de corrupción, malversación de fondos y abuso de poder. De la esfera política, como se vio recientemente con el caso del ministro de ferrocarriles y de Bo Xilai, se pasa a los bancos.
El año pasado fue fantástico para los bancos chinos. O al menos así lo había afirmado en una cumbre empresarial a finales de 2011. Pero este quizá pasará a la historia como uno en el que se empiezan a levantar documentos que antes no habían sido revisados. Ya se habla del escándalo bancario más grande desde 2005.
Tao Liming, presidente del Banco de ahorros de China, séptimo banco en tamaño de China, se encuentra en arresto domiciliario. Se sospecha que cometió crímenes económicos, pues según algunas fuentes hizo préstamos ilegales para obtener ganancias ilegales y uso inapropiado de bienes e ingresos.
El South China Morning Post reportó que Tao se encuentra bajo shanggui, el equivalente a arresto domiciliario. Esto “viene normalmente usado para los altos funcionarios del gobierno o de las compañías estatales después de que el brazo anticorrupción recoge suficientes pruebas”.
Chen Hongping, gerente del Banco también se encuentra detenido por complicidad y participación conjunta, y Zhang Zhichun, jefe del sector de inversiones del Grupo postal chino está siendo investigado.
La noticia de Tao fue seguida por la del arresto de Yang Kun, vicepresidente del Banco de agricultura de China, la cuarta banca en tamaño de China.
Parece que Yang tiene problemas con el juego y las apuestas, y terminó vinculándose en juegos de azar, cayendo en uso inapropiado del dinero de una cuenta de gran tamaño de uno de los clientes del banco.
Yang era un asiduo visitante a los casinos de Macau, el paraíso asiático de los apostadores. Los jefes de las empresas públicas no gozan de la posibilidad de viajar al exterior con frecuencia, y en general, tienen un pasaporte especial que los somete a un rígido control en sus movimientos.
Aún no han sido establecidas las sumas de dinero que Yang manejó ilegalmente. Yang sería el caso de más alto perfil de los cuatro bancos más grandes de China, que se ha visto sujeto a investigación desde 2005. “Las circunstancias suscitan la preocupación de que la investigación se extienda hasta los clientes” escribió la prensa local.
Y otro del clan banquero terminó en la cárcel: He Juxin, funcionario de la Minsheng Banking Corporation. He también fue arrestado por corrupción y uso indebido de dinero.
“No es una sorpresa que los banqueros hayan sido encontrados cometiendo crímenes económicos. La raíz del problema se encuentra en los vastos poderes otorgados sin un control suficiente”, afirmó Guo Tianyong, profesor de la Universidad Central de finanzas y economía, a la prensa de Hong Kong.
El Banco postal de ahorros de China tiene como función principal la de efectuar préstamos a las áreas rurales, pero como señala la prensa local, “falta un sistema para el control de riesgos que garantice la seguridad de los recursos”.
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