El nuevo año lunar chino suele ser una época llena de alegría y buenos deseos. Sin embargo, para cientos de solteras chinas, el chunjie es más parecido a una película de Hitchcock que a una celebración adornada por banquetes y fuegos artificiales. La idea de regresar a casa puede ser aterradora, sobre todo cuando es probable que los padres lleven a cabo una molesta inquisición sobre el porqué de la soltería.
"Estoy bastante vieja, cerca de los 30, pero aún no conseguí pareja", le dijo Ding Na, una joven residente de Pekín, proveniente del nordeste del país, a la BBC. "Estoy bajo mucha presión. Mis hermanas y parientes me preguntan todo el tiempo por qué todavía no me casé. Cuando me llaman, me da pánico contestar el teléfono."
Las generaciones más antiguas de chinos, influenciadas por un pensamiento confuciano que dice que la "peor deshonra" hacia los padres es no producir un heredero, aún ven el matrimonio como una base fundamental en la familia china. La insistencia, además, surge de la necesidad de cuidado que tendrán los futuros abuelos cuando envejezcan. ¿Qué mejor que un nieto?
Sin embargo, Ding, al igual que miles de solteras en China, forma parte de una generación que no ve el matrimonio como una prioridad. Para estas jóvenes, nacidas en los años 80 y 90, las presiones familiares no desaparecerán hasta que encuentren una pareja apropiada. La solución: alquilar un novio.
Las exigencias familiares, que se volvieron mucho más fuertes después de que Deng Xiaoping estableció la política del hijo único en 1979, crearon un nuevo mercado para que las jóvenes chinas puedan regresar a casa sin ningún temor. Sólo basta con una llamada o una búsqueda en línea para poder ingresar a los perfiles de un centenar de candidatos que podrán actuar como novios ideales por unos días.
Según Taobao, una de las tiendas virtuales más reconocidas para alquilar pareja, la búsqueda de la expresión "alquiler de novio" creció 884% entre 2012 y 2013. A pesar de que también hay novias de alquiler, la mayoría son varones.
"Si estás de vuelta en casa durante el Año Nuevo, olvidate de los chismes, sin importar que tengas ocho tías", dice un aviso de Taobao. "¿Todavía tenés que lidiar con tus molestos padres? ¿Necesitás un novio para enfrentar a tu familia?", pregunta otro. Algunas de las agencias, incluso, ofrecen jóvenes extranjeros.
Las "medias naranjas" también se pueden buscar a través de aplicaciones móviles. Wechat, el sistema de mensajería instantánea más popular en China, dispone de cuentas especializadas, y Zuyouwang (red para alquilar amigos) abrió tres días antes de que comenzara el Año del Mono y ya está teniendo ingresos significativos.
"Las personas están ocupadas y no tienen tiempo para socializar", dijo Qiu Haibo, fundador de Zuyouwang, en una entrevista con el South China Morning Post. "Pero las nuevas generaciones de chinos están relativamente mejor que sus antepasados y pueden darse el lujo de alquilar una pareja".
Los novios pueden cobrar de 1000 a 10.000 yuanes por día (de 160 a 1600 dólares), e incluso pueden cobrar extra por actividades románticas, como caricias, besos, tomarse de la mano e ir al cine. Otros cargos incluyen chatear, ver películas, tomar alcohol y tener conversaciones con los padres. Las relaciones sexuales, por lo general, están excluidas de cualquier paquete.
El alquiler de parejas vive un boom en especial entre las "mujeres sobrantes", un término acuñado para definir a las mayores de 27 años que no se han casado. Algunas tienen dificultades para encontrar el amor. Sin embargo, las más educadas y exitosas les dan prioridad a sus carreras profesionales o simplemente no encuentran a un hombre que cumpla todas sus expectativas. Según el centro Brookings-Tsinghua de Pekín, en las zonas urbanas hay alrededor de siete millones de mujeres solteras de entre 25 y 34 años.
"No creo que las uniones artificiales sean la respuesta a los problemas entre las generaciones", señaló Vince Gil, profesor de Antropología Médica y Sexualidad Humana de la Universidad de Vanguard, California. "Pero sí estoy seguro de que esta nueva ética de trucos y mentiras, que se impregnó en la conciencia de los chinos de este siglo, es un modo conveniente de sobrepasar las sospechas de los padres".
Gays y lesbianas que todavía no "salieron del closet" también recurren a las falsas parejas para mantener su verdadera sexualidad inadvertida. A pesar de que en China la homosexualidad dejó de ser considerada una enfermedad mental en 2001, la comunidad LGBT todavía es estigmatizada y no goza de los mismos privilegios que las mayorías. El matrimonio gay aún no se legalizó y, como señaló Gil, "todavía es bochornoso declararse homosexual ante la familia".
Para James Farrer, sociólogo de la Universidad Sophia de Tokio, los casamientos falsos son una respuesta más honesta y humana que los viejos tiempos en que las personas "simplemente se casaban con heterosexuales y mantenían su orientación sexual en secreto".
Las nuevas generaciones están en una encrucijada entre la modernidad y las tradiciones antiguas, buscando nuevas formas de adaptarse a las realidades sociales que las rodean. El alquiler de parejas atiende una demanda actual.
"El chino moderno a veces prefiere los remedios temporales y no piensa en las soluciones viables a largo plazo; se conforma con el hecho de haber sido afortunado y de haber superado los obstáculos", concluyó el profesor Gil. "No se puede saber con certeza cuál será el futuro para el negocio de las parejas de alquiler, pero lo que sí se sabe es que el ingenio cínico de los chinos no tiene límites".
Artículo producido para La Nación, Argentina
[Crédito foto: The Times]
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