Me educo para un millonario

In by Simone

Por 3.000 dólares las jóvenes chinas pueden aprender a vestirse elegantemente, maquillarse, conversar de temas sofisticados y hasta servir correctamente el té, en un curso de 30 horas en el Centro Moral de Beijing. Por 4.500 los hombres millonarios pueden conocerlas. En Beijing, Shanghai y Shenzhen se están poniendo de moda las escuelas que entrenan a las mujeres en el arte de la seducción y enamoramiento de millonarios. Y los millonarios, pagando una suma considerable, pueden tener escoger de una lista a las chicas “hechas a la medida”.
“Si fuera a promocionar una escuela diciendo que quiero enseñarte cómo construir una buena familia y cómo ser una mejor mujer, muchas mujeres descartarían el curso porque sienten que ya son lo suficientemente agradables y calificadas. Entonces pensé, ¿por qué no ser directa y decir: te quieres casar con un hombre millonario?” contó la fundadora del centro Shao Tong a Reuters.

El centro, afirma haber tenido ya más de 3.000 mujeres inscritas y haber logrado ya 30 matrimonios exitosos en los pasados meses. La mayoría de ellas provienen de una clase media, pero son en su mayoría estudiantes o jóvenes profesionales.

“Esta es una decisión comercial y es vista como una inversión”, afirmó a China Files Lijia Zhang, una escritora china, que actualmente trabaja en un libro sobre las mujeres que dedican su vida a buscar hombres millonarios, sea como maridos o como amantes. “El matrimonio es una forma de cambiar el destino de una mujer. Y las jóvenes chinas de hoy han crecido en un mundo tan comercial que no sienten vergüenza cuando piensan sólo en dinero”, añade.

Desde siempre, la práctica de encontrar un marido adinerado o de buena posición social ha sido común en China. Sin embargo, con el crecimiento económico del país los parámetros se han hecho más exigentes y ya no basta con tener un apartamento o un coche. “La generación de mi madre buscaba a un hombre que fuera políticamente correcto, quizá del gobierno, del partido o que fuera soldado. Mi generación buscaba hombres decentes, amables y con educación universitaria. Hoy solo importa el dinero” declara Zhang. Los padres ejercen una presión adicional, especialmente cuando son hijas únicas, pues además de que quieren que sus hijas vivan una vida acomodada, buscan asegurar quien los mantenga en la vejez.

Lanlan, el personaje principal del libro Shanghai girls: Uncensored & Unsentimental de la escritora Mina Hanbury-Tenison engloba este nuevo tipo de mujer china. Inspirada en una mujer de la vida real, Lanlan cuenta los secretos que la han ayudado a casarse tres veces ya –cada vez con un hombre más rico que el anterior-, y a gozar de una vida de lujos que reparte entre Shanghai, Londres y Nueva York, en jets privados y fiestas de alto nivel.

Las Shanghai girls es como Hanbury y Lanlan catalogan a las mujeres chinas que buscan esposos o amantes millonarios. Y aunque se encuentran a lo largo de todo el país, Shanghai es el ejemplo de una de las ciudades con mayor número de hombres adinerados. “No todo el mundo se atreve a ser una Shanghai girl. Pero aquellas que sí, encontrarán que es una forma fantástica de tener todo lo que quieren” afirma Lanlan, quien decidió revelar su vida a Hanbury para ayudar a otras chicas a ser como ella.

Según la shanghainesa, es fundamental liberarse de los sentimientos y entender que el amor es un estado que se crea con el tiempo y no una condición necesaria para el matrimonio. Si no se tienen sentimientos, se puede pensar estratégicamente para entrar en la alta sociedad y luego, saltar escalafones de marido en marido.

Pero con estas escuelas, además de tener consejos a la mano, se puede tener el privilegio de llegar directamente a los solteros millonarios. El centro de citas Golden Bachelor Matchmakers, con diferentes sedes a lo largo del país, cobra 100.000 yuanes (16.000 dólares) a todos sus miembros. El centro, afirma tener ya 6 millones de miembros, en su mayoría hombres fuerdai o millonarios de segunda generación, que gozan de la fortuna que crearon sus padres. Como requisito, los hombres deben tener una fortuna de más de cinco millones de yuanes (791.000 dólares). Para las mujeres basta tener un buen trabajo, venir de buena familia o tener una buena apariencia.

El centro emplea a doctores en psicología que buscan mujeres adaptas para los miembros VIP y organiza bailes privados para que los millonarios conozcan a un mujeres especialmente seleccionadas para ellos. Uno de sus más recientes eventos fue llevado a cabo en Shenzhen y el tiquete de entrada costó 25.600 yuanes (4.000 dólares). Según el centro, el número de aplicaciones fue tan alto que tuvieron que dejar afuera a cientos de solteros.

Sin embargo este fenómeno no es del todo aceptado. “Esto me da asco y las que pagan por estos cursos son estúpidas”, afirma Yixue, una chica de 20 años, enfatizando en que no todas las mujeres en China son así. “Ellas ven el matrimonio como un negocio” aclara.

Aunque estas chicas son educadas, y muchas esperan que sus futuros maridos continúen pagando sus estudios y les ofrezcan oportunidades de trabajo en ambientes sociales más altos, eventos como el de Shenzhen, en concepto no son tan diferentes a lo que se ve en algunos de los karaokes chinos, cuando el proxeneta pone en fila a las mujeres para que los hombre escojan con quien pasar la noche.

No hay mucho cambio entre una chica que recibe dinero una noche o toda la vida a cambio de complacer a un hombre. “La diferencia es que las que pagan por buscar un millonario aún no son prostitutas” concluye Zhang.

Artículo publicado en La Nación (Argentina)