Con “It’s cool to be an artist” del artista pequinés Dai Hua, la única galería latinoamericana en Beijing inaugura su tercera exposición, que presenta una visión con mucho humor sobre la China moderna. Los creadores de TJ in China, Daniel Ruanova y Mely Barragán, siempre soñaron con tener un espacio de exposición de arte propio, en el que pudieran exhibir sus propias creaciones y las de amigos suyos cuyas propuestas estéticas ellos respetaban. Durante un tiempo pensaron hacerlo en su natal Tijuana, cuya escena cultural se hizo vigorosa gracias a ese tipo de escenarios alternativos. Al final, esta pareja de artistas mexicanos se instaló la comuna artística de Caochangdi en Beijing y fundaron el TJ in China Project Room.
Desde hace unos cinco años Caochangdi -que impulsó Ai Weiwei hace unos cinco años- ofrece algunos de los mejores espacios de exhibición en el centro artístico de China, rivalizando con el célebre 798 y albergando a algunas de las galerías más prestigiosas del país. La reconocida Three Shadows Photography Art Centre de los fotógrafos RongRong e Inri tiene su sede en un edificio triangular diseñado por Ai Weiwei, así como la suiza Galerie Urs Meile, la alemana Alexander Ochs o la surcoreana PKM.
Y ahora, en una escala más pequeña pero más íntima, tiene su única galería latinoamericana. El espacio de exhibición -o “sala de proyectos”, como la llaman Barragán y Ruanova- está de hecho ubicada en una pequeña bodega, donde un muro prefabricado separa la galería de la casa / taller de sus creadores. Todo esto de un patio habitado por varios artistas, a escasos metros del complejo de galerías impulsado por Ai Weiwei donde hoy están el Pékin Fine Arts y la Egg Gallery.
En su tercera exhibición “It’s cool to be an artist”, que estará abierta hasta este 8 de septiembre, Dai Hua da rienda suelta a su imaginación digital para ofrecer una mirada irónica, profunda y a veces cáustica de la China moderna. Pero sobre todo, con mucho sentido del humor Dai nos sumerge en algunas de las contradicciones y complejidades de un país cuyo crecimiento es tan rápido como a veces atropellado. Su obra es muy variada desde un punto de vista formal, pero tiene en común que parte casi siempre desde el trabajo de animación digital. “Mi trabajo es básicamente control+C, control+V”, dice Dai Hua con humor.
Tal vez su línea de trabajo más reconocida sea el grafiti de stencil, que inmortaliza en dos obras en la exposición de TJ in China. La primera, que aparece en el suelo justo cuando los visitantes entran a la galería, es un signo de dólar de color dorado. Mirado de cerca, se ve que ha sido compuesto a partir de dos signos del martillo y la hoz, invertidos uno sobre el otro de manera que completan la sinuosa silueta del símbolo capitalismo.
En un muro cercano aparece otro de sus grafitis de cabecera: bajo la silueta de un bebé risueño -evocación de una popular caricatura china- se lee “Se busca: recompensa 0,5 yuanes”. Medio yuan, o mejor cinco maos, como alusión al misterioso “ejército de los cinco maos”, como suele ser llamada la red de censores que contrata el gobierno chino para borrar contenidos incómodos – precisamente a razón de medio yuan por comentario “armonizado”.
La animación es otra de las líneas de trabajo preferidas de Dai Hua, que la utiliza en diferentes formatos. En una animación “clásica” -proyectada en una pared- el artista nos presenta una visión muy personal de las dinámicas sociopolíticas en China. Con unos pequeños cubos amarillos como personajes, nos muestra la particular dinámica entre el “we” y “me” (nosotros y yo) en la sociedad china o la repetición de episodios en los que vehículos pesados aplastan pequeños cubos sueltos.
Un enorme mapa de China, que domina la entrada de la galería, es probablemente la obra con mayores sutilezas y que más tiempo le pedirá al espectador. A lo largo de toda la geografía china, Dai escenifica no sólo los momentos históricos que han moldeado a la China actual, sino también muchas de sus problemáticas, satisfacciones, dudas y miedos actuales. Desde la alpaca peruana que simboliza la censura en Internet hasta los acontecimientos de 1989, pasando por los árboles que derraman sangre y simbolizan las redes de transfusión de sangre -ilegales, pero toleradas por el gobierno- que desataron una epidemia del VIH/Sida en numerosas aldeas chinas.
La exposición estará abierta hasta este 8 de septiembre. Su clausura estará marcada por un conversatorio con el artista y los galeristas ese día sábado a las 4 pm.
¿Dónde ver la exposición?
TJ in China Project Room
No.300 Caochangdi Village (al lado del CCD 300 Center)
Cincuenta metros al norte de Pekin Fine Arts y Egg Gallery, entrando por el patio
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