Liu Zhijun nació en un hogar humilde, en la provincia Hubei, en el seno de una familia de granjeros, en 1953 justo sobre el fin de la guerra coreana. A los 16 años dejó la escuela y gracias a un amigo entró a trabajar en la administración ferroviaria en un puesto subalterno. Logró llegar a ministro de Ferrocarriles de China. Pero fue acusado por corrupción y condenado a pena de muerte.
Retrospectivamente todos recuerdan su enorme ambición. Trabajaba doce horas por día incluyendo los sábados y muchas veces los domingos. Era un trabajador incansable y enfocado en avanzar en su carrera -como un tren-. Fue ascendiendo rápidamente y en 2003 se convirtió en ministro de Ferrocarriles de China.
Liu fue un fuerte impulsora de la modernización del sistema ferroviario de China, un proyecto que incluye la construcción de 10.000 kilómetros de vías férreas de alta velocidad para 2020 -con un presupuesto de 250 mil millones de dólares- una de las hazañas de ingeniería más costosas del país. Sin embargo, en febrero de 2011, fue despedido de su puesto se abrió una investigación por malversación de fondos y corrupción.
En julio de ese mismo año dos trenes de alta velocidad colapsaron en la provincia costera de Zhejiang. Según las cifras oficiales, murieron 39 personas y resultaron heridas alrededor de 200. Las investigaciones señalaron que el accidente se debió a errores de diseño del sistema de señalización, según fue informado por la agencia Xinhua.
El accidente causó la indignación de los chinos que acusaban al gobierno de no asistir a los heridos con la celeridad necesaria y de ocultar el número real de fallecidos y las causas del accidente. El desastre se produjo cuando un tren bala chocó por detrás con otro que se había detenido en un viaducto tras perder el suministro de electricidad a causa de un rayo. Seis coches descarrilaron por el impacto y cuatro de ellos cayeron desde más de 20 metros de altura.
Medios chinos reportando el accidente de trenes de 2011
El por entonces primer ministro chino Wen Jiabao, pidió una investigación "abierta y transparente" sobre el accidente y advirtió que los responsables serían "duramente castigados". Hoy, después de dos años de investigación, el tribunal chino número 3 ha emitido este lunes una sentencia suspendida a pena de muerte contra el exministro de Ferrocarriles por corrupción.
Asimismo, le ha condenado a diez años de cárcel por abuso de poder y ha ordenado la confiscación de todas sus propiedades. También fue expulsado de su cargo como jefe del Partido Comunista de China (PCCh) en el ministerio.
Liu Zhijun fue acusado de abuso de poder, mala praxis y corrupción. Según la Fiscalia, Liu, como funcionario estatal, procuró beneficios para terceros aprovechando la ventaja de su posición y recibió alrededor de 10 millones de yuanes por coimas. Liu aceptó una enorme cantidad de sobornos y fue el principal responsable de la corrupción desenfrenada en la industria ferroviaria, de acuerdo con un comunicado preliminar de la Comisión Central de Control Disciplinario del PCCh.
El pasado mes de marzo, China dividió el Ministerio de Ferrocarril en una rama administrativa y otra comercial, con el fin de reducir la burocracia y mejorar la eficiencia de los servicios de las líneas ferroviarias. Al final del juicio, que duró tres horas y media, el ex ministro se echó a llorar. Durante la lectura de su declaración final, Liu pidió disculpas por desviarse de su objetivo de modernizar el sistema ferroviario del país y lograr el "sueño chino", lema adoptado por el recién nombrado líder de China, Xi Jinping. "
Los fiscales dijeron que Liu tuvo una muy buena actitud en su confesión y un fuerte deseo de arrepentirse", reportó Xinhua.
La condena se da en un contexto en el cual el gobierno lucha por limpiar su imagen y mostrar su lucha contra la corrupción.
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