China cada vez se afianza como uno de los mayores ‘productores’ de millonarios. En la última edición de la célebre lista de millonarios que compila anualmente la revista Forbes figuran 95 empresarios de China continental, colocando al país en el tercer puesto detrás de Estados Unidos y Rusia. A pesar de una fuerte caída en las acciones de muchas empresas chinas y la desaparición de 20 millonarios que aparecían hace un año, China sigue representando casi la décima parte del exclusivo grupo cuyo requisito de ‘membresía’ es una fortuna superior a los mil millones de dólares y que lidera el empresario mexicano Carlos Slim por tercer año consecutivo.
Aunque China pone casi el 10 % de los millonarios de Forbes, sus fortunas aún no aparecen en los lugares más altos de la lista. De hecho, la primera fortuna china no aparece sino hasta el puesto 86 y corresponde a Robin Li, el gerente general del buscador Baidu, con un patrimonio de US $10.200 millones. Hace una década China a duras penas aparecía en la lista, lo que subraya el hecho de que la mayoría de millonarios chinos han hecho su propia fortuna -en vez de heredarla- y han visto un incremento veloz en sus patrimonios durante los últimos diez años.
Entre los ‘caídos’ están Ding Shizhong, dueño de la marca de zapatillas deportivas Anta; Lei Jufang, el rey de la medicina tradicional tibetana; y Li Hongxin, gurú de la producción de papel. ¿La causa? La caída en las bolsas de Shanghai y Hong Kong durante 2011.
El hombre más rico de Asia es de nuevo el hongkonés Li Ka-shing, que no ocupaba el ‘puesto’ desde hace siete años y cuyas empresas dan empleo a más de 250.000 personas. Figura en el puesto 9 de la lista, con un patrimonio cercano a los US $25.500 millones.
Además de Carlos Slim, 63 latinoamericanos figuran en la lista de Forbes. Desde el minero brasilero Eike Batista, que también entra en el top 10- y el presidente chileno Sebastián Piñera -que figura en el 521-, hasta el narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán, que aparece en el puesto 1153.
[Foto cortesía de Philip Roeland]