El auge por el arte latinoamericano de China no es ocasional

In by Andrea Pira

Este mes se inauguró la exhibición Latin American Art Exhibition 2012 en el prestigioso Museo Imperial de Pekín, reuniendo por primera vez en la capital, las obras de famosos artistas de la región como Diego Rivera, Oswaldo Guayasamín, Fernando Botero, Julio Leparc, Fernando de Szyszlo o Cándido Portinari.  Junto a ellos se expusieron obras de 32 de los mejores pintores de nuestra región al lado de virtuosos artistas emergentes, como Alfonso Álvarez, Rossina Bossio y Hernán Miranda.

Desde la apertura hasta estos días, la muestra ha congregado distinguidas figuras de la política china, coleccionistas privados y un público entusiasta por conocer la expresividad de esas tierras, para ellos muy lejanas.

Algunos conocían a Botero, pero pocos podían comentar trabajos de los demás artistas. He aquí el éxito de la exhibición: en sus libretas, los chinos apuntaban los nombres de los autores que los cautivan, y relacionan las técnicas expuestas con las de sus coterráneos; otros simplemente se deleitaban tomando fotografías.

Vengo a despedirme, Darío Ortiz


Auge latinoamericano

Esta es la primera exposición exclusiva de arte latinoamericano de gran envergadura que acontece en la capital china.

Según el profesor de arte de la Universidad de Química y Tecnología de Pekín, Wang Zhixiang, en 1920 se introdujo la técnica del óleo en China gracias al pintor Xu Beihong. Después, esa práctica se extendió a causa de los intercambios estudiantiles que hubo entre la Unión Soviética y la República Popular de China.

Para Wang el arte latinoamericano era desconocido en este país y varios expertos de arte chino afirman que una exposición de tal envergadura en el Museo Imperial de Beijing, ubicado al costado del complejo de la Ciudad Prohibida, años atrás hubiera sido “impensable”.

Por ello, la muestra es uno de los más ambiciosos proyectos de arte en la capital asiática. Asimismo, resultó de un titánico esfuerzo destinado a congregar obras del otro lado del mundo. “Fue arduo, pero nos propusimos mostrar nuestro arte al público chino; además, este mercado crece exponencialmente”, explicó la colombiana Elvira Moreno, integrante de LGM Arte Internacional, la galería organizadora.

Sin título, Ignacio Uturria

Belleza en la diversidad

Latin American Art Exhibition 2012 ofrecerá hasta el 7 de diciembre una aproximación panorámica del arte latinoamericano. No hay temas ni técnicas comunes, más bien se abre el espacio para que cada artista muestre su interioridad y creatividad.

Por tanto, en un mismo recinto se reúnen el surrealismo del brasileño Cándido Portinari, la abstracción del ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, el paso del arte figurativo al abstracto del peruano Fernando de Szyszlo, el arte cinético del argentino Julio Leparc, el realismo social del mexicano Diego Rivera, el hiperrealismo del colombiano Efraín Zúñiga y el denominado ‘boterismo’, de cuyo nombre es propietario el colombiano Fernando Botero.

Junto a esos personajes figuran varios artistas emergentes, quienes ansiaban demostrar voces propias a los chinos. LGM Arte Internacional invitó así al chileno Guillermo Muñoz Vera (1956), al cubano Rigoberto Mena (1961), a los colombianos Darío Ortiz (1968), Alfonso Álvarez (1960) y Rossina Bossio (1986), y al paraguayo Hernán Miranda (1960).

Sin título, Efraín Zúñiga

Sombras y luces

El arte debe ser universal y atemporal; pero, aunque cada obra es única, pueden lanzarse puentes, establecerse síntesis parciales.

Los estilos de los pintores colombianos Alfonso Álvarez y Rossina Bossio y la fotografía de Mauricio Vélez (1977) distan entre sí, pero algunos de sus leitmotiv coinciden: los une el interés por mostrar lo oscuro y lo luminoso, lo bello y lo grotesco, el “ángel” y el “demonio” inherentes a la condición humana. Sigmund Freud y Aldous Huxley, consideraron que manejar esa tensión entre nuestro inconsciente pulsional y nuestro ideal ético es la única manera de alcanzar estabilidad sicológica.

Tanto Álvarez y Bossio tratan de mostrar la parte “oscura” de la sicología humana, que consideran necesaria para la parte creativa. “Se relaciona lo oscuro con lo malo, pero yo no la moralizo. El inconsciente es la sopa de la cual sale la creatividad”, comenta Alfonso Álvarez quien es conocido por "desfigurar retratos" destacando la parte grotesca, "poco estética" de las facciones e incorporando aditamentos poco convencionales.

Trato de resaltar esa parte que no queremos reconocer. Esa pulsión latente entre el doctor Jekyll y Míster Hyde, que afloran de acuerdo a las circunstancias. No nos avergoncemos de esa realidad. Limar ese contraste produce sosiego”, agrega Álvarez.

Asimismo, el Proyecto de la Virgen Sagrada, de Rossina Bossio, fusiona el lenguaje visual de la iconografía religiosa con la publicidad contemporánea. “Hay un ángel y un demonio en mi pintura, pero también los hay en la vida. La vida no es una cúspide de felicidad, sino una cadena de altibajos donde debemos encontrar belleza”, comenta la artista.


Paisaje, Efraín Zúñiga

Mercado prometedor

Para Hernán Miranda es más importante el “realismo pragmático” que la técnica. El impacto de la línea en el receptor, la forma y el peso del color, son vitales para el artista. En sus obras se aprecia un mestizaje de la tela estampada y el óleo. Quizá por esto, sus trabajos captaron la atención de los espectadores durante la inauguración.

Los visitantes miraban con afanosa curiosidad la obra de Miranda por su vivacidad y su colorido, y el artista manifestó sentirse abrumado por la avidez del aficionado chino por aprender nuestra cultura.

Hay un ‘boom’ latinoamericano en las artes plásticas en China. Amante de los conceptos orientales del vacío y el minimalismo, me acerqué a conocer más sobre su cultura, pero fue tan apabullante el deseo de ellos de aprender sobre la nuestra que quedé desconcertado”, confiesa Miranda.

China sobrepasó a Estados Unidos en el mercado del arte y las antiguedades en el 2011. El gigante asiático acapara un 30% de esa actividad, Estados Unidos un 29%, el Reino Unido un 22%, y Francia un 6%.

El auge por el arte latinoamericano que se está viviendo ahora en China no es ocasional. Miranda asegura: “Los chinos quieren comprar, pero también absorber y luego crear a partir de esta nueva experiencia”.

Es así como hace desde varios años las ferias de arte de Beijing y Shanghai tienen un fuerte “sabor latino”. Incluso, en Art Shanghai hay un pabellón enteramente dedicado al arte latinoamericano, compuesto de varias galerías de la región.

[Una versión de este artículo fue publicado en el diario La Nación, Costa Rica]

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