El arte cinético de Carlos Cruz-Díez en Ningbo

In by Simone

Recorrer una obra de Carlos Cruz-Díez es sumergirse en un mundo de líneas horizontales y verticales de todos los colores, que van cobrando vida propia al dar el espectador un paso hacia algún costado. Ahora las fisiocromías, las cromosaturaciones y otras de las delicadas invenciones de color y movimiento del venezolano, uno de los fundadores del arte cinético y de los artistas latinoamericanos más importantes del siglo XX, se pueden observar en la ciudad costera de Ningbo.

Cada obra de Cruz-Díez parece tener vida propia, pero en realidad es el espectador quien se la da. Sola no es sino una superficie -cuadrada, circular, rectangular- pintada de varios colores y atravesada por tabiques de plástico que forman una gradilla de líneas horizontales o verticales. Pero al llegar el espectador, surge de repente una hermosa danza de tonalidades, nacida del desplazamiento que permite contemplar las diferentes superficies cromáticas pintadas en cada tabique, que se van fundiendo irremediablemente entre sí en la retina humana.

Algo similar sucede con sus cajas gigantes de colores transparentes, con sus proyecciones de color en habitaciones y en sus intervenciones en la ciudad, y ahora 45 de sus mejores obras se presentan en la exposición “Circunstancia y ambigüedad del color”, actualmente en el Museo de Arte de Ningbo.

Si los genios del arte óptico como los húngaros Victor Vasarely y Laszlo Moholy-Nagy crearon una propuesta plástica que jugaba con las confusiones del color en la retina humana, Carlos Cruz-Díez y sus dos compañeros de aventura venezolanos -Jesús Rafael Soto y Alejandro Otero- crearon un mundo en el que el espectador interactuaba directamente con las obras, creando con su movimiento una variada gama de sensaciones, movimientos y transformaciones del color.

Ese trabajo, que recibiría el nombre de arte cinético, se convertiría pronto en uno de los más importantes movimientos dentro de la tradición del arte abstracto en América Latina, junto a las propuestas de otros referentes como el argentino Julio Le Parc, la brasilera Lygia Clarke o el uruguayo Carmelo Arden Quin.

Que la obra de un artista de la importancia de Cruz-Díez se exponga en China y en una ciudad como Ningbo, pujante pero desconocida en nuestra región, es sin duda alguna una gran noticia para América Latina.

La exposición de Cruz-Díez estará abierta en el Museo de Arte de Ningbo hasta el 11 de febrero.

[Fotos cortesía de la Fundación Cruz-Díez]