El año de Gabriel García Márquez en China

In by Simone

Hace varios años Gabriel García Márquez juró que nunca publicaría en el “país de los piratas”. Pero este año se han marcado varios hitos que seguramente le habrán hecho cambiar de opinión. La edición en mandarín de Cien años de soledad, que se convirtió en su primer libro oficialmente traducido al chino, alcanzó el millón de copias vendidas en menos de seis meses. Y su último libro, Yo no vengo a decir un discurso, fue lanzado este jueves en Beijing.
Hace unos años parecía una tarea imposible leer a García Márquez bien traducido al mandarín, con el Nobel colombiano reacio a publicar en un país donde se brincaban sin ninguna consideración todos los derechos de autor. Corría 1990 y Gabo visitaba China. Ante sus ojos comenzaron a aparecer centenares de copias piratas de sus obras, traducidas muchas veces a seis manos y con escaso rigor editorial. El escritor juró no ceder los derechos de publicación nunca a una editorial china, a pesar de que unas cien intentaron contactarlo.

Pero casi veinte años después la editorial independiente Thinkingdom y su director Chen Mingjun hicieron cambiar de opinión a Gabo y a su agente Carmen Balcells. Cuenta Chen que todo comenzó con una carta que él le envió al escritor en 2008. Al año siguiente Balcells, la ‘Mamá Grande’ del boom latinoamericano, envió a un par de sus asistentes a estudiar el mercado de libros chino durante dos meses. El diario The Guardian estima que también ayudó el pago por parte de la editorial de un millón de dólares por los derechos del libro, cifra que el editor se niega a confirmar.

De todas maneras, el hecho de que una editorial independiente se hiciese con los derechos por encima de sus competencias estatales, de que contratara a un joven hispanista chino llamado Fan Ye para hacer una rigurosa traducción al chino simplificado y de que lanzara una edición estéticamente muy cuidada muestra que China también cambia. Se trata de la misma editorial que pagó hace poco 300.000 dólares por los derechos de 1Q84, la última novela del japonés Haruki Kurakami, demostrando que los comportamientos de los editores y lectores chinos también están cambiando.

La apuesta resultó exitosa. Cien años de soledad, lanzado oficialmente en junio, acaba de alcanzar la cifra de un millón de copias vendidas y fue seleccionado por un número de medios como el acontecimiento literario extranjero del año.

Ahora llega a las librerías chinas Yo no vengo a decir un discurso, que podría parecer una selección curiosa si se tiene en cuenta que algunas de sus mejores obras como El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca o Crónica de una muerte anunciada no han sido oficialmente traducidas al mandarín.

La respuesta de la editorial es tan lógica como particular. “Ya hemos tenido que esperar 44 años para ver una traducción oficial de Cien años de soledad y al publicar su último libro sólo hemos tardado un año. De hecho, la versión china fue una de las primeras en obtener los derechos”, señaló Chen Mingjun.

“Realmente amo esta colección de discursos y me encantan sus palabras llenas de sabiduría. Me encantan su jocosidad para narrar las amistades y su idea de que el secreto consiste en preservar una distancia y reducir el número de reuniones. Me encanta su indignación al describir acontecimientos actuales. Decir que la carrera armamentista va en contravía de la sabiduría humana y que proteger vidas es mucho más fácil que crear una crisis nuclear. Me encanta su franqueza al comentar los fallos de nuestra sociedad”, señaló a su vez la traductora Li Jing, decana de la Facultad de Español en la Universidad de Nanjing.

En todo caso, la editorial confirmó que trabaja en la actualidad en varios libros más de Gabo. “Puedo confirmarte que son varios, pero cuáles es un secreto de estado”, señaló a China Files Cancan Liu de Thinkingdom.