Este es un post del blog de Xin Lijian, experto en educación, publicado el 13 de Noviembre de este año, el día siguiente a la clausura del XVIII Congreso del partido. Aquí comenta los desafíos de los nuevos líderes chinos y a los que debe enfrentarse China en los próximos años.
El XVIII Congreso del Partido fue un momento fundamental, porque no sólo representa un glorioso final que marca la era de Hu Jintao y Wen Jiabao, sino que también señala el ingreso formal a la era de Xi Jinping y Li Keqiang. Ciertamente, los nuevos líderes encarnan una nueva ideología de gobierno y nuevos objetivos por los cuales luchar. Entonces, en la nueva era de Xi y Li que se está iniciando, ¿cuáles deberían ser la nueva ideología y los nuevos objetivos?
Conviene retroceder un poco antes de empezar. Durante el período de Hu y Wen, la idea central y más importante fue sin duda la del “desarrollo científico”. […] Se basa en la situación en que se encuentra un país durante las fases iniciales del socialismo. Fue propuesto como el componente ideológico de una estrategia adaptada a las nuevas exigencias del desarrollo chino, que ha aprendido tanto del desarrollo de los países extranjeros. […] Esto no quiere decir infravalorarse y pensar que nuestro rol debe ser permanecer siempre detrás, y aún menos que estemos alejados de la realidad e impacientes por los resultados, aunque [la fase del socialismo en la cual nos encontramos] es la base fundamental desde donde promover las reformas y planificar el desarrollo. […] La ideología del desarrollo científico es considerada por el gobierno como un “importante pensamiento estratégico del Partido Comunista chino”, por lo cual fue insertada en el estatuto del partido durante el XVIII Congreso, convirtiéndose prácticamente en una ideología guía.
¿Qué debería tenerse en cuenta además de la “ciencia”? ¡El “bienestar”!
Por esto, podríamos afirmar que la ideología política que debería comenzar en la era Xi y Li es justamente el “desarrollo del bienestar”. Afirmamos esto por los siguientes motivos: primero de todo, en teoría, la “ciencia” es solo un medio, ¿para qué? Un medio para “aumentar el bienestar”. Por este motivo, Deng Xiaoping afirmaba que “las primeras fuerzas productivas son la ciencia y la tecnología”.
Las denominadas fuerzas productivas son el potencial innato del hombre para transformar y conquistar la naturaleza, y el objetivo de transformar y conquistar la naturaleza es justamente en función del bienestar, para aumentarlo. Así, luego del “concepto de desarrollo científico”, será automáticamente el momento del “desarrollo del bienestar”.
En segundo lugar, si observamos la historia, notamos que la ciencia es un concepto que siempre ha sido cercano a la democracia. Debemos reflexionar un poco sobre esto. […]
Al hablar de la relación entre democracia y bienestar, […] no estamos de acuerdo con aquellos que sostienen que “un bienestar incompleto no permite una democracia perfecta”. En realidad, se presenta exactamente la situación contraria: si no tenemos una democracia completa, no se podrá ciertamente tener un bienestar sano. Si los ciudadanos no son todos iguales, si la minoría no responde a la mayoría –condiciones fundamentales de la democracia– entonces no se disfrutará nunca del mínimo indispensable de bienestar.
El progreso del bienestar depende ciertamente del progreso de la democracia, y viceversa. Si no fuera así, si la democracia no fuera una consecuencia del bienestar, esto equivaldría a buscar solo la satisfacción personal; y si el bienestar reemplazaría a la democracia, siendo un obstáculo para esta, […] entonces no solo no resolvería problemas, sino que los intensificaría, siendo la búsqueda del bienestar un esfuerzo en vano y una ofensa al prójimo.
Un bienestar que no estuviera sustentado por la democracia, que fuera logrado bajo un sistema autocrático, sería extremadamente inestable, crearía esos privilegios que dan origen a una corrupción difusa. Aprovechando la posibilidad del bienestar, la corrupción se extendería desde arriba hacia abajo, con el resultado que cuando el bienestar alcanzará las masas de trabajadores, sería en forma de pequeños beneficios, como gotas en el agua. Así, tras la difusión progresiva de la corrupción y el malestar, el bienestar seguiría siendo disfrutado por unos autócratas.
En nuestro país, todos los líderes del pasado han planificado el desarrollo a su modo, y aquellos que los sucedieron implementaron nuevas políticas y modelos de desarrollo alternativos ¿Nuestro pueblo nunca tuvo conciencia de las decisiones políticas, nunca participó de ellas? No, nunca tuvimos la experiencia de participar, siempre aceptamos pasivamente los planes fijados por el líder, generación tras generación. Debido a esto, podemos afirmar que si en verdad se quiere resolver el problema del bienestar, se debe lograr una democracia real. Solamente cuando el bienestar se realice en un sistema democrático, el pueblo tendrá la experiencia de tener derechos, de donde deriva la libertad de elección. […]
En realidad, el concepto de “desarrollo del bienestar” no era desconocido ni fue descubierto inesperadamente. El “precursor de la revolución democrática” Sun Yat-sen [1] anteriormente lo había proclamado a grandes voces, sosteniendo el principio del bienestar del pueblo [2]: el desarrollo económico permitiría la igualdad entre las personas, distribuiría la riqueza y haría posible que China nunca vuelva a recorrer el camino de la revolución.
Para finalizar, el concepto de desarrollo del bienestar probablemente nos ayude en la tarea de crear un mundo perfecto que respete nuestras aspiraciones; que desde el mundo celestial se realice en el mundo que vivimos, que desde el mundo de las ideas llegue el mundo real. El cambio sucede en el presente. Buscar en esta vida como mejorar las condiciones de vida, un moderado incremento del bienestar, el ideal de una China humanista, de una China radiante. Este debería ser el pensamiento y la preocupación de la nueva generación de líderes. […]
NOTAS
La frase clave de este texto, minsheng fazhan guan, es traducida como "desarrollo del bienestar".
[1] Sun Yat-sen (1866-1925) fue uno de los fundadores y el primer presidente de la República China tras la caída de la monarquía en 1911. [2] Es uno de los tres principios del pueblo formulados por el propio Sun Yat-sen, junto al nacionalismo y la democracia.Este texto es un extracto del blog del autor. El original está aquí.
[Foto: Bamboo (2005), Xu Guoyuan]
* Xin Lijian (信力建) es un blogger chino y un reconocido experto en ciencias de la educación nacido en 1956. Originario de Guangzhou, fue miembro del ejército y trabajó como obrero antes de ingresar en la universidad en 1978, para estudiar en la facultad de literatura china. Después de varios empleos asignados por la universidad, comenzó a estudiar inglés con la intención de emigrar de China.
A comienzos de los años noventa llegó a Inglaterra, donde permaneció unos pocos meses antes de volver a China. Desde entonces se concentra en proyectos de investigación y en actividades relacionadas con la educación. El instituto que fundó en 1989 juntó a otro profesor y ocho estudiantes se convirtió en la primera escuela mixta del país. Por esta iniciativa fue considerado el precursor de la educación privada en China.
Actualmente es presidente del grupo Xinfu, el grupo con el que fundó la primera escuela en 1989.
Él define su blog como el patio trasero de la escuela de Xinfu. También es director del Centro de Investigación sobre educación “Siglo XXI”, una ONG nacida en 2002 dedicada a investigar sobre educación con métodos independientes.