“Tengo un sueño”: así comenzaba el discurso pronunciado hace cuatro años por el primer ministro Wen Jiabao que disparó las alarmas por la deficiencia de calcio de la infancia china. El sueño de Wen era que cada niño bebiera medio litro de leche todos los días. Desde entonces, Beijing redobló sus compras de lácteos e inundó el país de afiches publicitarios incitando a su consumo.
El resultado de esa preocupación es que el mercado de lácteos -al igual que el de carnes- se ha expandido a gran velocidad en China, donde los cambios económicos de los últimos años están transformando los hábitos de consumo.
Aunque sigue siendo bajo, el consumo per cápita de leche se ha duplicado en la última década, tanto en zonas urbanas como rurales, y sigue creciendo. Las importaciones han aumentado considerablemente, en parte debido a la desconfianza generada por los lácteos contaminados con melamina que causaron la muerte de seis bebés en 2008. Beijing ya es el primer comprador de leche en polvo, con un consumo cercano a la mitad del total mundial.
Argentina, que hasta la fecha no ha figurado en un mercado dominado por Australia y Nueva Zelanda, quiere convertirse en uno de sus proveedores. “Por más que China produzca 33 millones de toneladas de leche, nunca será suficiente para satisfacer la demanda y seguirá necesitando productos de alta calidad que generen confianza en su mercado”, señaló a China Files el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, durante una misión comercial a Pekín en la que se firmó un acuerdo para el comercio de semen y embriones vacunos. La meta del país es incrementar la venta de leche y comenzar a exportar carne, además de impulsar la entrada de productos de alto valor agregado como quesos, leche en polvo y suero lácteo.
Si Argentina quiere aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado chino, aún debe adelantar bastante trabajo. El país exportó en 2010 1.758 toneladas de leche a China, por un valor de US $5,8 millones, según cifras del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Esa cifra corresponde al 0,4% de las compras totales de leche de Beijing. La exportación de otros productos lácteos se ha duplicado este año, llegando a las 9.500 toneladas, con lo que podría alcanzar el 2% del total chino.
El mercado de carnes, abierto en julio, no reporta hasta el momento ventas, según Senasa. En cambio, Uruguay -que cuenta con una producción limitada de carne- ha exportado a China 12.000 toneladas este año, por un valor de US $32 millones. Beijing, a su vez, se ha consolidado ya como el primer comprador de carne ovina del Uruguay.
Una granja lechera argentina en China
Con ese objetivo en mente la Argentina comienza a concretar los detalles para la creación de una granja experimental en China, donde se produciría leche y carne utilizando tecnología argentina. “Queremos trabajar en los estándares de calidad, desde la producción hasta la etapa de procesos, para mostrar el know how del sector lácteo argentino”, señaló a China Files el subsecretario de Lechería, Arturo Videla.
Ya hay dos empresas chinas interesadas: el grupo Sanyuan, un conglomerado de empresas del sector lácteo que cotiza en la Bolsa de Shanghai, y la Beijing Economic Trade Corporation (BETC), que agrupa a importadores locales. Las compañías aportarían el capital y las tierras, sin que se conozca aún el monto de la inversión ni la ubicación del proyecto.
El proyecto podría asemejarse a la granja hortícola que mantiene desde hace diez años el gobierno chileno en asociación con una empresa china. En la granja, situada a 150 kilómetros de la capital china, se cultivan diferentes variedades de ciruela, damasco y frambuesa, que la han convertido en un exitoso proyecto de agroturismo. En ese tiempo Chile –que firmó un tratado de libre comercio con Beijing en 2005- se ha posicionado como el cuarto proveedor de fruta fresca de China, con ventas cercanas a los US $45 millones.
Argentina apunta a convertirse en el principal proveedor de alimentos de China en los próximos años, como se ha anunciado varias veces desde la visita del ministro argentino de Agricultura, Julián Domínguez, en julio. El tambo será sin duda un buen inicio. Sin embargo, hay que tener claro que con China lo concreto paga más que lo que parece inmenso.
Publicado en La Nación (Argentina).
[Fotografía cortesía de Captain Tenneal]