China toma muy en serio la delicada situación en que se encuentran sus conflictos limítrofes con sus vecinos. Desde las aguas del mar de China meridional hasta las escarpadas montañas del Himalaya, existen miles de kilómetros cuadrados en disputa, que valen no sólo por su extensión territorial sino por los posibles yacimientos minerales y energéticos que se esconden debajo. Los conflictos fronterizos han sido tan claves que fueron centro de la discusión en la última reunión de la ASEAN –sin llegar a un acuerdo concreto- y vuelven a colación con la reciente reunión de fronteras entre India y China, que culminó ayer 5 de Diciembre. Sin embargo los vecinos no están contentos, especialmente por los mapas impresos en los pasaportes chinos que incluyen todos los territorios en disputa.
La reunión sino-india dejó claro que ambos países quieren llegar a un acuerdo pacífico, pues no pueden poner en jaque la relación de ambos países. Esta reunión informal dejó claro que “las dos potencias emergentes de la región están tomando medidas para resolver sus problemas y no van a permitir que las diferencias se intrometan en el camino del desarrollo de los lazos bilaterales”, afirmó una editorial del China Daily.
India es quizá uno de los países que más enfadado podría estar por el mapa de China impreso en la octava página de los nuevos pasaportes chinos, pues allí se ven como chinas las zonas de Aksai Chin, manejada por China y reclamada por India, y de Arunchal Pradesh, controlada por India y reclamada por China. Además incluye 4000 kilómetros de frontera que no se encuentra debidamente demarcada, cada estado reconociendo solamente la Línea de Control Actual (LAC, por sus siglas en inglés).
Emitidos en mayo pasado, los nuevos pasaportes chinos también entienden como chinas las islas disputadas por Filipinas y Vietnam. Según este mapa, la zona económica exclusiva china llegaría hasta la isla de Borneo, algo totalmente inaceptable para el resto de los países involucrados.
Las islas Paracel, potencialmente ricas en recursos energéticos, sobre las cuales Vietnam afirma su soberanía, aparecen como chinas. Recientemente Vietnam firmó un acuerdo con la Oil and Natural Gas Corporation, petrolera estatal india, para comenzar a realizar perforaciones en busca de petróleo en la región. La medida que ha no caído bien en Beijing, donde cualquier movimiento de Nueva Delhi hacia el Sudeste asiáticos es visto con extrema desconfianza.
También se incluyen las islas Spratly, reclamadas por Filipinas, Malasia, Brunei, Vietnam y Taiwán. Al igual que en otros casos, los supuestos yacimientos de minerales y combustibles fósiles que es encontrarían en el lecho marino alrededor de las islas hacen que esté en juego mucho más que unos pocos kilómetros cuadrados de territorio.
Estas disputas y la movida simbólica china de reafirmar su soberanía en un papel diplomático, exacerba los miedos de no sólo de India, sino de los demás vecinos, sobre el expansionismo de la segunda economía mundial y enoja a los países de la región. Y ante una acción simbólica, todos respondieron en ese mismo tono.
Algunos países se se han negado a sellar, autorizar visas sobre el nuevo pasaporte e incluso han tomado otro tipo de medidas. Consideran que de aceptarlo estarían aceptando la soberanía de Beijing sobre estos territorios.
La embajada de India en Beijing, comenzó a sellar los pasaportes chinos con su propio mapa, donde se incluye todas las zonas en disputa como propias.
El ministro de relaciones exteriores de Vietnam, Pham Binh Minh, presentó una protesta formal ante el gobierno chino, al mismo tiempo que las oficinas de control de pasaportes vietnamitas emiten visas en hojas separadas para evitar tener que utilizar los nuevos pasaportes.
En Filipinas, el vocero del ministerio de asuntos exteriores, Raúl Hernández, expresó que su país “protestaba con fuerza” la inclusión de áreas marítimas en disputa, afirmando que los ciudadanos chinos que utilicen este pasaporte estarían violando la soberanía nacional.
“Los pasaportes electrónicos estándar de China son emitidos de acuerdo a los estándares de la aviación civil internacional. […] China tiene la voluntad de comunicarse con los países involucrados, y continuar promoviendo las relaciones y un desarrollo saludable con el personal extranjero”, defendió la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying.
La geopolítica se abre paso nuevamente en la relación sino-india, puesto que en la frontera entre los dos países hay dos cuestiones claves: por un lado la estratégica, quien controle los pasos entre las montañas tendría una ventaja decisiva en caso de conflicto, y por el otro el acceso a dos recursos fundamentales para ambos gobiernos: agua y energía. En el Himalaya nacen los ríos más importantes de la región que después se abren paso hacia el océano Índico por la India y hacia el Pacífico por China, capaces no solo de proveer agua sino también energía eléctrica por medio de represas. Para estas dos naciones que reúnen a casi el 40% de la población mundial, este conflicto va más allá del mero nacionalismo.
Esta nueva polémica se agrega a los roces diplomáticos entre Beijing y Tokyo sobre la soberanía de las islas Diaoyu/Senkaku y a las agitadas discusiones en la reunión de la ASEAN, ocurrida en Camboya a finales de noviembre, donde los países miembros no lograron sentar una posición común frente a los reclamos chinos.
[Foto: Le Cartoonist; infografía: bbc.co.uk]
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