China mira con desconfianza el rearmamento de Japón

In by Andrea Pira

 Mientras Japón muestra su preocupación por la creciente asertividad militar de China, Beijing no se fía de los esfuerzos del primer ministro japonés, Shinzo Abe, por aflojar los límites pacifistas de las fuerzas armadas según lo establecido en la Constitución de posguerra de Japón.


Si bien ya desde principios de este año Japón y Estados Unidos habían anunciado un plan para aumentar las patrullas de aviones no tripulados sobre Corea del Norte y el Mar del Este de China; en los últimos días las tensiones en la región asiática han llevado a las autoridades a ser más reiterativas sobre su futura utilización.

Las Fuerzas Aéreas de Japón planean adquirir tres vehículos aéreos no tripulados desde el 2015, mientras que EE.UU. planea desplegar dos de estos mismos vehículos Global Hawk a su base aérea de Misawa (en la prefectura de Aomori) a finales de este mes. Con esto pretenden mantener un ojo en los estados vecinos.

Un alto oficial del ejército japonés dijo que los aviones no tripulados "serán efectivos en la inspección de las actividades de Corea del Norte y el ejército chino." China, por su parte, ha pedido a Japón “enfrentar la historia y la realidad y hacer esfuerzos para mantener la paz y la estabilidad regionales” según declaró, la semana pasada Hua Chunying, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores Chino. “Algunos líderes japoneses han creado tensiones regionales y provocado conflicto y confrontación .

Su verdadero propósito es tratar de empujar los límites de la seguridad militar y convertir a Japón en una potencia militar sin restricciones, añadió Hua. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunciará el jueves su propuesta para revisar la constitución pacifista nipona y contemplar la participación del país en conflictos bélicos, según anunciaron hoy fuentes del Ejecutivo.

Esto supondría la revisión del Artículo 9 la Constitución de este país, donde prohíbe expresamente el uso de la fuerza para resolver disputas internacionales y renuncia a contar con un Ejército propio. En diciembre del año pasado, Abe anunció un plan de reorganización militar que incluye la compra de nuevo material bélico. El primer ministro refirió que pretende dotar a Japón de un ejército más fuerte con el fin de “responder al nuevo entorno geopolítico internacional y hacer frente en particular a las tensiones territoriales marítimas con China”. Asimismo, aseguró que busca que Japón juegue un mayor papel en las misiones internacionales de paz y de cooperación en defensa.

La vocera del gobierno chino, Hua Chunying, pidió una vez más a los líderes japoneses que marquen una separación entre ellos y el militarismo.

“Pedimos a Japón que corrija sus errores con acciones concretas y que ganen la confianza de sus vecinos asiáticos y de la comunidad internacional", indicó. Las tensiones entre China y Japón se dispararon nuevamente  hace dos años, poco antes de que Abe asumiera el cargo, a raíz de una cadena de islas controladas por Japón en el Mar de China Oriental, que también son reclamadas por Beijing.

Las relaciones se tensaron aún más cuando Abe visitó en diciembre pasado controvertido Santuario Yasukuni en Tokio, donde son honrados los líderes japoneses de la Segunda Guerra Mundial, junto con millones de muertos en la guerra.

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