China prohibirá que las compañías extranjeras, o empresas conjuntas sino-extranjeras, publiquen cualquier contenido en línea sin la previa aprobación del gobierno.
El domingo pasado, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China apuntó contra las empresas que sean, por lo menos parcialmente, propiedad de extranjeros.
A través de Administración Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión (SARFT), a partir del 10 de marzo las autoridades impedirán la publicación de textos, imágenes, mapas, juegos, animación y sonido con "carácter informativo y reflexivo", a menos que cuenten su aprobación.
La directriz, al tiempo que promueve contenido que esté "al servicio del pueblo", sostiene que cualquier publicación online requerirá de “equipamiento técnico necesario y servidores de almacenamiento” en China.
Las empresas conjuntas sino-extranjeras, empresas de cooperación sino-extranjeras y unidades de negocios extranjeras no podrán publicar ni difundir contenido en línea sin ser avaladas por el SARFT.
Consultada por Quartz, Ying Chan, directora del programa de periodismo de la Universidad de Hong Kong, afirmó que “el uso de las reglas de la imprenta en la era de internet no funciona. ¿Cómo se otorgan licencias para los medios cuando cualquiera puede convertirse en un escritor o publicar en línea? Con este conjunto de regulaciones el gobierno está luchando al tiempo contra las fuerzas del mercado y la tecnología”.
De hecho, la información que circula es escasa. Dicho sitio, incluso, consultó con el Ministerio de Industria e Información Tecnológica de Hong Kong solicitando mas datos sobre cómo funcionarán estas normas. Sin embargo, las autoridades expresaron que solo responderán inquietudes vía fax a la prensa de China continental debidamente acreditada.
El gobierno espera que las empresas se autocensuren, y no publiquen ninguna información, incluyendo asuntos que dañen la unidad nacional, la soberanía y la integridad territorial o secretos de Estado que puedan poner en riesgo la seguridad o los intereses nacionales. Se trata de una maniobra por parte del gobierno de Xi para reforzar el control sobre lo que sus habitantes pueden ver y acceder en Internet.
“Es la última de una serie de medidas legales que buscan limitar la influencia de ideas extranjeras u occidentales”, dijo Jacques deLisle, una autoridad en derecho chino de la Universidad de Pennsylvania, en entrevista con el New York Times. “Y también hace parte de un esfuerzo mayor por ejercer control sobre Internet y los nuevos medios”.
Ya existe una norma que prohibe a los medios internacionales publicar contenido desde servidores en China, razón por la cual empresas mediáticas como el New York Times o CNN tienen sus servidores por fuera del país. Por lo tanto, no es probable que las medidas afecten a las compañías que operan desde servidores en ultramar.
Sin embargo, sí se podrían presentar algunos desafíos para las multinacionales que operan desde China. Apple y Microsoft, por ejemplo, tienen plataformas online en el país para prestar servicios y, en algunos casos, difundir contenido.
[Crédito foto: gdb.voanews]
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