La característica esencial de la relación económica entre China y América Latina es la necesidad de la primera por satisfacer una creciente demanda de recursos naturales. Es por ello que la alianza comercial con América Latina es, para Beijing, una estrategia fundamental. Precisamente, ha sido la adquisición de materias primas lo que ha caracterizado estas últimas décadas de intercambio comercial entre estas dos lejanas regiones del mundo. Sin perjuicio de lo anterior, la inversión extranjera directa (IED) del país asiático en la gran mayoría de los países de América Latina es baja.
Hasta finales de 2009, el 17% de IED de China se dirigió a América Latina y el Caribe. Sin embargo, más del 95% se concentró en las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Británicas, lo que da cuenta de una casi inexistencia de IED de fuente china en el resto de los países de América Latina. Así, entre los años 2008 y 2009 países como Brasil, Perú y Argentina, recibieron el 0,7%; 0,7% y 0,5% del total del acervo regional respectivamente, mientras que Chile -en el mismo periodo- sólo logró recibir el 0,2%. Es decir, la mayoría de los países que tienen una estrecha relación comercial con China en términos de exportación/importación de productos, presentaron hasta el año 2009 niveles similares de IED proveniente de China, todos ellos alcanzado cifras realmente insignificantes.
No obstante lo antes dicho, pareciera ser que el año 2010 se produjeron los primeros indicios de lo que podría ser una próxima fuerte irrupción de China en el mercado de Américo Latina, como nueva fuente de origen de IED. Mientras que en el periodo 2006-2009, China no figuraba dentro del listado de países con inversiones en AL, el año 2010 se produjo un sorprendente aumento de la misma, alcanzado un 9%. Asimismo, cabe hacer presente que dicho aumento estuvo acompañado de un descenso en la participación de la gran mayoría del resto de los países (por ejemplo, en el caso de EEUU, se pasó de un 25% a un 17%).
Cabe destacar, que dicho nuevo fenómeno no es una mera coincidencia, sino que se enmarca dentro una clara intención y creación de nuevas políticas hacia Latinoamérica por parte del gobierno chino. "El Eximbank chino optimizará el modelo de cooperación, la estructura de inversión y los canales de financiación entre América Latina y China, con el ánimo de impulsar la cooperación", señaló Zhu Xinqiang, vicepresidente del Eximbank, uno de los dos bancos de desarrollo chinos. De esta forma, es que se ha comenzado a hablar de la ¨irrupción¨ de China en los países de nuestra región, esperándose que aumente la IED en los próximos años, diversificándose a infraestructuras y manufacturas (y no sólo concentrándose en proyectos relativos a recursos naturales).
Sin perjuicio de lo anterior, nuevamente es necesario realizar ciertos alcances a este auspicio fenómeno que se ha comenzado a vivir a partir del año 2010, ya que la llamada irrupción de China y su IED, se ha concentrado en contados países sudamericanos: Brasil, Argentina y Perú. De esta forma, puede apreciarse que ellos han sido los países ¨favorecidos¨ con este aumento de la IED de origen chino en países sudamericanos. Así, Argentina, de pasar a tener inversiones que ascendieron a US$ 143 millones entre el periodo 1990-2009, tuvo inversiones por US$ 5.550 millones el año 2010. Por su parte, Brasil, ha sido el principal destinatario de la EID china, concentrando US$ 9.563 millones el mismo año. El fenómeno que se produjo el año 2010, pareciera ser el inicio de una nueva fase de relaciones entre China y AL, ya que actualmente se han anunciado una serie de nuevos proyectos de inversión a realizarse durante el periodo 2011-2012.
Otra novedad en lo que dice relación con esta nueva tendencia, consiste en que gran parte de los proyectos que se han anunciado para el periodo 2011-2012, no pertenece al área de los recursos naturales, sino que a las manufacturas, transporte, electrónica, telecomunicaciones, energía y financiamiento. Ello, no sólo reafirma la tendencia de aumento de la presencia de IED de origen chino en países latinoamericanos, sino que constituye a su vez un precedente importantísimo en lo que puede ser una posible diversificación de los capitales chinos en nuestra región, y una nueva fase que posiblemente estará caracterizada en el aumento de las inversiones en aquellas industrias de mayor valor agregado, lo cual podría ser fuente de spillovers, y por ello, de una red de transferencia de tecnología y conocimiento.
La IED de China en Chile: situación actual
Si bien Chile y China han sido en este último tiempo grandes socios comerciales, una situación muy distinta se vive en el área de la inversión. Como fue señalado, parecieran haber indicios de que a partir del año 2010, comenzó a vivirse una nueva tendencia en lo que se refiere a la IED de China en América Latina. Sin perjuicio de que lo anterior nos parece una auspiciosa noticia, la situación de Chile sigue siendo preocupante y poco alentadora. Y pareciera que aún no ha logrado sumarse a dicha tendencia, de la cual se han beneficiado principalmente Brasil, Argentina y Perú.
Hasta ahora, han sido estos últimos quienes han logrado adjudicarse la mayor cantidad de proyectos de inversión. A mayor abundamiento, Chile suele señalar que ha sido un país pionero en el establecimiento de relaciones estables con China, así como un adelantado en la creación de una institucionalidad marco para facilitar el intercambio comercial entre ambos países (como lo fue la suscripción del TLC). Sin embargo, hasta el momento no han habido muchas luces de que dichas medidas hayan sido decisiones adecuadas o eficientes para impulsar la llegada de capitales chinos al territorio nacional, por lo que resulta estrictamente necesario comenzar a crear nuevas estrategias, que permitan a Chile sumarse a este ¨nuevo tren¨ de desarrollo chino.
Políticas tendientes a la captación de inversión
Lo primero que debemos señalar, lo cual constituye una muy buena referencia, es que existe un ánimo expreso por parte del gobierno chino de diversificar la IED en distintos países de América Latina. "Más países latinoamericanos además de Brasil y Argentina recibirán inversión extranjera directa de China", anunció Zhu Xinqiang del Eximbank. Esas intenciones se vieron reforzadas por las declaraciones del presidente chino Hu Jintao durante el foro económico de Boao, en la isla de Hainan, donde describió a Chile como ¨la locomotora de China en América Latina¨.
En lo que se refiere a la parte chilena, también hay conciencia de la necesidad de aumentar la IED en nuestro país. Lo confirman las palabras del vicecanciller chileno Fernando Schmidt Ariztía en entrevista con China Files: "En primer lugar quisiéramos más inversión. Está claro que la inversión chilena en China es superior a la inversión china en Chile, cuando las economías no son equivalentes. Nosotros tenemos aquí más de 200 millones de dólares invertidos, mientras que hay unos 80 millones de dólares de inversión china en Chile".
Sin embargo, y si bien hay muestras de una especial preocupación a nivel gubernamental (de ambos países) en este sentido, es necesario que esta se traduzca en medidas concretas que logren efectivamente la llegada de nuevos capitales chinos a territorio chileno. Entre las medidas que podrían facilitar la cooperación mutua y avanzar en materia de IED de origen chino en Chile figuran:
– Necesidad de crear mayor institucionalidad proactiva.
– Falta de conocimiento mutuo.
– La barrera idiomática.
– Necesidad de una mayor preparación del empresariado y personal de gobierno.
– Falta de integración regional en el tema.
– Necesidad de mayor cooperación a nivel científico, tecnológico y turístico.
– Mayor aprovechamiento del excedente de reservas de China.
– Crear una imagen país más atractiva.
En conclusión, el mensaje enviado por el gobierno chino ha ido en la línea de que en los próximos años ¨nuevos¨ países podrían a su vez ser destinatarios de IED de origen chino. Es por ello, que Chile cuenta actualmente con la increíble oportunidad de revertir un pasado caracterizado por una ínfima presencia de capitales chinos en el territorio nacional, aprovechando una relación con China de larga data, la suscripción del primer TLC con China, su estabilidad institucional y buen desempeño económico de los últimos años. Lo importante es que sea lo suficientemente proactivo para poder aprovechar de forma eficiente dichas ventajas comparativas que tiene respecto a la gran mayoría de los países de América Latina.
Por lo tanto, es hora de comenzar a preparar a un gran número de empresarios y funcionarios de gobierno, proceder a la creación de instituciones y reforzar las ya existentes, e impulsar la cooperación entre ambas naciones. Lo anterior, exige una actuación pronta y eficaz, no habiendo posibilidad alguna de perder el tiempo ganado en el pasado. No hay que olvidar nunca que las normas jurídicas no son entes que actúan por sí solos, sino que requieren de una sólida institucionalidad que les dé vida, y de un ágil equipo que las adapte al constante cambio de las circunstancias.
Ignacio Tornero Ochagavía es egresado de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile y ex alumno de la Universidad de Nanjing en China. Para más detalles en relación al texto completo de la tesis escribir a itornero@uc.cl
[Foto cortesía de Adam Cohn]