Ayer en la noche, el nivel de contaminación de Beijing fue elevado a un nivel superior, pasando de amarillo a "naranja" por la Oficina de Protección Ambiental de Beijing. Este es el segundo nivel más alto de alerta la contaminación del aire, solo precedido por el "rojo".
Este hecho se registra en medio de un elevado optimismo por una mejora en la calidad del aire experimentada durante el presente año, afirmación que respalda la Oficina de Protección Ambiental de Beijing.
El nivel de contaminación naranja requiere que las fábricas disminuyan su producción, que los camiones pesados dejen de transitar por las carreteras, y que las obras de construcción no transporten materiales residuales.
La lectura PM 2.5 alcanzó el nivel "muy dañino" de 274 microgramos por metro cúbico durante la mayor parte del día de ayer en la capital, informó el centro meteorológico municipal. La lectura en la embajada estadounidense en Beijing alcanzó hoy los 250 a las 10:00 am y para las 4:00 pm se registraba en 572.
Se espera que la contaminación dure al menos hasta el martes, con un frente de frío que aliviará las pésimas condiciones del aire el miércoles.
El Ministerio de Protección Ambiental dijo que el smog pesado, incluyendo los altos niveles de PM 2.5 partículas finas, desarrollado el pasado viernes fue causado por una combinación de fuerte contaminación y mal tiempo.
A principios de este mes, la calidad del aire alcanzó niveles extremadamente peligrosos en Shenyang, provincia de Liaoning, después de encenderse la calefacción central de invierno. Las autoridades locales dijeron que la densidad máxima de PM 2.5 el 8 de noviembre fue de más de 1.200 mcg por metro cúbico.
Los ciudadanos chinos han comenzado a preocuparse cada vez más por la calidad del aire, después de que el país se embarcara en un camino de rápido y fuerte crecimiento económico, lo que llevó a fuertes emisiones de gases contaminantes.
Sin embargo, China ha alcanzado los objetivos de reducción de los principales agentes contaminantes trazados en su plan quinquenal (2010-2015), según reporta Xinhua, citando al ministro de Medio Ambiente, Chen Jining.
Según Chen, el año pasado la descarga de dióxido de azufre y la demanda química de oxígeno, una medida de contaminantes orgánicos en el agua, había descendido 12,9 y 10,1%, respectivamente, comparado con los niveles reportados en los últimos cinco años.
Pero el ministro advirtió que unas 20 millones de toneladas de los principales contaminantes seguían siendo producidas en el país cada año. Aún así, dijo que la cifra debía bajar entre otro 30 a 50%. Durante los próximos cinco años, China mantendrá su compromiso de reducir aún más las emisiones de diversos contaminantes, agregó Chen.
[Crédito foto: Reuters ] También puedes leer:
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